El tenis es un deporte para jugar. Eso puede parecer obvio, pero con demasiada frecuencia, muchos de nosotros nos centramos en repetir los ejercicios aprendidos durante la práctica o pensamos que aumentar el número de clases que tomamos es la clave para conseguir habilidades de nivel profesional. En realidad, el secreto para mejorar es salir a la pista a jugar un partido.
Lo irónico es que hay mucha gente que se ha convertido en un experto en lecciones de tenis, pero que en realidad no sabe jugar. Sigue estos consejos escuela de padel en Barcelona:
Aprendes a esperar lo inesperado
El tenis es un juego de decisiones rápidas y de alta presión que deben tomarse en cuestión de segundos. A menos que juegues habitualmente, como entrenadores no tenemos forma de enseñarte a tomar esas decisiones a esas velocidades.
Puedes tomar clases todo lo que quieras, pero puede que nunca veas a un oponente que golpea la pelota con un efecto lateral raro, que la bota cada vez que la toca o que se comporta de forma antideportiva. A menos que juegues, no estarás expuesto a esas situaciones. Pero son el tipo de cosas que tienes que experimentar para aprender a reaccionar y mejorar como jugador.
Se adquieren habilidades abiertas además de habilidades cerradas.
El tenis es un juego de habilidades abiertas, pero cuando tomas clases, es un entorno de habilidades cerradas.
Durante las clases, el entorno está muy controlado: Cada movimiento y cada ejercicio están planificados. Por ejemplo, un jugador puede trabajar directamente con su entrenador en ejercicios repetitivos -primero practicando cómo golpear un revés, luego cómo golpear un derechazo-, con su entrenador dándole la pelota en todo momento. Están sometidos a un régimen estable y predecible.
Los jugadores necesitan aprender estas tácticas y técnicas de esta manera, por lo que esta forma de práctica de habilidades cerradas servirá de algo. Pero si el jugador lleva esas habilidades a un partido real y las aplica, entonces el entrenador estará realmente encantado, incluso si el jugador pierde.
Obtendrás beneficios para tu salud.
Tanto si practicas como si juegas, el tenis ofrece beneficios para la salud y la forma física, aunque los partidos son más espontáneos, con ráfagas de actividad, golpes inesperados que devolver y jugadas largas.
Los participantes habituales pueden disfrutar de una mejor salud cardiovascular, ósea y metabólica, así como observar mejoras en sus niveles de estrés y ansiedad.
Te mantienes social
El tenis es un deporte social, y más si sales a jugar con amigos, familiares u otras personas de tu comunidad.
La gente que juega al tenis es muy amistosa. Es la cultura. Puedes ir a cualquier pista de cualquier parte del mundo y, si llevas una raqueta de tenis, seguro que haces amigos.
Incluso se han realizado investigaciones que demuestran que los deportes colectivos como el tenis están asociados a una mayor longevidad.
Tu velocidad de mejora aumenta
Si estás tomando clases de tenis pero no estás jugando, tu ritmo de mejora va a ser increíblemente lento. Serás muy bueno tomando clases. Pero si quieres mejorar tu juego en general, tienes que aprender tácticas y respuestas en el juego, y eso sólo se consigue jugando de verdad.
Para los nuevos en este deporte, Pant anima a practicar lo que él llama «práctica deliberada». Este tipo de práctica dirigida por el entrenador tiene un propósito, es sistemática, requiere una atención concentrada y se lleva a cabo con un objetivo específico de mejora.